¿Eh? ¿Cómo vieron? ¡2 posts en la misma semana! Ahora sí no me tardé tanto en publicar. Y no significa que tengo menos chamba, sino que le hice caso a la bola de quejumbrossss... ¡Perdón! quise decir: a mis fieles e idolatrados lectores, de publicar más seguido.
Ya sé que no podían con la preocupación de no saber nada de mí. Pues, ¿qué creen? Ya no se preocupen más, yo ya no lo estoy. Todas mis preocupaciones han terminado pues finalmente ya sé lo que tengo: ¿Depresión? No-o. ¿Colitis nerviosa? Nel! ¿Hipotiroidismo? Nop. ¿Ceguera chingona? Tampoco. Bueno, sí tengo estas cosas pero la causa de todos mis males está en el diagnóstico que acaban de darme: oficialmente fuí declarada LOCA A LO CABRÓN. Oh, si! Y para confirmar el diagnóstico me mandaron a un laboratorio para que me estudien "la azotea".
El estudio que me tengo que realizar se llama "TAC de cráneo y silla turca COMPLETO". ¡No te saques el plátano! (Como diría una amiga mía). Eso suena peor que los aparatejos de tortura de cualquier época. ¿Por qué le ponen así, qué no pueden pensar en nombres menos apantalladores?: "Estudio de la chompeta", "Estudio para ver si no le ruta el mar", "Estudio de tornillos safados". No sé pero, ¿TAC de cráneo y silla turca? Y además COMPLETO??? ¡Chale! Eso sí me da miedo.
Aunque me dijeron que lo de la silla turca suena muy erótico entonces ya no sé qué esperar.
Ya les contaré si sufrí, gocé o... las 2 cosas.
QUE TENGAN UN FIN DE SEMANA CHINGÓN!!
viernes, noviembre 09, 2007
martes, noviembre 06, 2007
"Don't you just hate that..."

Hace relativamente poco ví una súper mamada en el cine que, honestamente, me gustó cañón y me pareció muy divertida. Ya no está en cartelera, al menos no en el D.F. pero si tienen chance véanla, se van a reir mucho. Se llama "Shoot'em up", es con Clive Owen, Paul Giamatti y Mónica Belucci.
Clive Owen hace un papel que me recordó a la persona más ojete y amargada que conozco: A MI!! Y es que el güey está tan encabronado con el mundo que le resulta súper fácil sentir odio genuino por la gente que comete "faltas de respeto a la sociedad". Lo único que nos diferencia es que él sí se los chinga y yo sólo me quedo con mis deseos homicidas reprimidos.
Es que, neta, es cagante toparse con gente que hace pendejadas única y exclusivamente porque le vale madre o por el típico "namás". Mis instintos asesinos se despiertan con cualquier cosita, como estas:
1.- En la cola
Realmente soy una persona que valora muchísimo el espacio vital de cada persona y trato de respetarlo, ya sea porque entiendo que es una necesidad humana o simplemente, una regla de cortesía. Entonces, ¿por qué chingados a la mayoría de la gente le vale un soberano pito? Ya sea en la cola del banco, del cine, de las tortillas, donde sea, no falta el cabrón o la cabrona que pone su jeta en tus orejas y no hay poder humano que lo despegue de tu trasero. Es más, la fila no tiene que avanzar, basta con que te muevas 2 centímetros para que el güey de atrás se pegue cada vez más. Das un pasito, él da 2; tu: otro mini pasito (para tratar de guardar tu distancia), él: otro paso y medio. ¿Qué pedo? La fila no avanza más rápido, eh? ¡Qué desagradable! Sobre todo en un país donde lo más común es que la gente no huela bonito de ningún lado. Me dan ganas de decirles: "oye, hazte tantito para atrás porque ando mal del estómago y me voy a echar un pun" o de plano agarrarlos a putazos y después regalarles jabón y pasta de dientes.
2.- En el coche
Aquí sí hay 752,395.41 cosas que me pueden cagar la madre. El güey que se estaciona en tu entrada o en las rampas y lugares para discapacitados; el que acelera justo cuando pones tu direccional, nada más por su pinche actitud mediocre de "yo primero"; el que toca el claxon…¡al semáforo!; el que maneja sintiéndose don chinguetas, a 150km/h, aventándote las luces, rebasando por la derecha, zigzagueando…qué güeva me dan; los que se paran en donde se les hinchan los güevos y todavía dicen "pus, qué? Si puse las intermitentes"; los taxistas y microbuseros, éstos son una raza aparte y aquí sí estoy a favor del genocidio a través de las torturas más ojetes contra estos animales; el que se mete en sentido contrario para ganarte el lugar de estacionamiento; el imbécil que se mete en las entradas o salidas de vías rápidas para no hacer fila y el idiota que lo deja; el que avienta basura por la ventana; bla, bla, bla.
¿A poco no dan ganas de ir por las calles como vengador anónimo? Tener un coche de esos viejísimos, grandotes y fuertotes para ir dando "llegues" a cuanto pendejo se cruce en el camino. Me cae que eso sí lo voy a hacer, así que …¡Aguas! Pórtense bien, eh?
3.- En el restaurante
¿Por qué se piensa que tooooooodos los demás nos tenemos que fletar el dulce berrido de un chamaco? Es comprensible hasta cierto punto, son niños. Pero, ¿qué pedo con esas viejas que utilizan la "psicología de la indiferencia" cuando el escuincle está dando alaridos y revolcándose en el suelo? Sí dan ganas de invocar al buen y gran amigo Herodes, pero más se antoja agarrar a madrazos a la mamá, que seguramente está en la chorcha, quemarle los ojos con el cigarrito y meterle el café por la nariz a la muy ojete. Y lo mismo para las que llevan a los niños a los restaurantes a que anden corriendo y molestando a los demás. ¿Para qué tienen hijos si no quieren cuidarlos?
4.- En el cine
4.1 Esto sí es como estar como en otra dimensión: haces fila para comprar tus boletos y justo la persona que está antes de ti, se pone a preguntarle al de la taquilla de qué se tratan las películas y …¡CUÁL LE RECOMIENDA!!! No mamen, ¿qué de verdad piensan que el chavito es un erudito cinéfilo o qué pedo? Lo peor es cuando el chavito todavía se pone a dar sus recomendaciones como todo un crítico: "Seee, ésta está buena, es de acción". ¡Que Dios nos agarre confesados! A ver, chavito, no la cagues. Tu trabajo es vender boletos y palomitas y darles el libro de las sinopsis a la gente impertinente y pendeja, mientras atiendes al que sigue. O ¿qué? ¿No les dirán eso en la capacitación? Chale! Lo menos que se merecen es un par de soplamocos y unas "ahogaditas" en las tazas de baño de la Central de Abastos.
4.2 El que contesta el puto celular. No importa cuantas advertencias existan al respecto, ese enfermo mental se las pasa por los güevos y contesta sin pedos.
4.3 El que habla y habla y habla y habla y… sólo dice pendejadas como: "Tsssss, ¿viste?" No mames.
4.4 Los que comen palomitas como niños de 2 años. ¿Por qué tenemos que ser testigos de las asquerosidades de la gente? ¡Cierren el hocico, pinches cerdos del mal!
4.5 El que patea el asiento de enfrente; el obeso que ocupa parte de tu asiento; el que deja los lugares como porqueriza; el que lleva a los niños a ver películas para adolescentes y adultos; etc; etc.
Para todos esos mal nacidos, mi más sincero desprecio y vayan derechito y sin escalas a chingar a su madre. Yo, lo prometo… me vengaré.
5 Los call centers
Primero te chutas 5 minutos de menú, después otros 25 de musiquita, comerciales e insoportables grabaciones de "Por el momento todos nuestros representantes se encuentran ocupados, gracias por esperar, lo seguimos atendiendo". ¿Cómo que me siguen atendiendo? No sean mamones, pues ¿a qué hora empezaron?
Si fuiste uno de los que no se desesperaron y colgaron, te atenderá un(a) monito(a) que tiene todas sus respuestas escritas en su monitor y se dedicará a leértelas. Si tu problema no está contemplado, NADIE, NA-DIE te podrá ayudar. No existe manera de que puedas comunicarte con alguien que gane más de 4,000 pesos mensuales y que SÍ pertenezca a la empresa que te está dando el servicio, pues el monito sólo es del call center y se limitará a tomar tu queja. Y por supuesto, tu queja quedará en un lugar en donde espacio y tiempo no existen.
Pero es eso o nada y todos nos conformamos con eso, así las empresas tienen la seguridad de que no hay pedos y todo está al tiro. Cagante, frustrante y mediocre tener servicios así pero si los aceptamos es porque no sabemos pedir más y nos lo merecemos. Así que los putazos y mentadas van para nosotros, ni modo.
Y mejor aquí le paro porque me cae que no acabo. Bueno sólo una cosa más: ¿NO LES CAGA LA GENTE INTOLERANTE Y QUE SE QUEJA DE TODO? A MÍ SÍ, QUE LOS CRUCIFIQUEN!! (JE!)
Clive Owen hace un papel que me recordó a la persona más ojete y amargada que conozco: A MI!! Y es que el güey está tan encabronado con el mundo que le resulta súper fácil sentir odio genuino por la gente que comete "faltas de respeto a la sociedad". Lo único que nos diferencia es que él sí se los chinga y yo sólo me quedo con mis deseos homicidas reprimidos.
Es que, neta, es cagante toparse con gente que hace pendejadas única y exclusivamente porque le vale madre o por el típico "namás". Mis instintos asesinos se despiertan con cualquier cosita, como estas:
1.- En la cola
Realmente soy una persona que valora muchísimo el espacio vital de cada persona y trato de respetarlo, ya sea porque entiendo que es una necesidad humana o simplemente, una regla de cortesía. Entonces, ¿por qué chingados a la mayoría de la gente le vale un soberano pito? Ya sea en la cola del banco, del cine, de las tortillas, donde sea, no falta el cabrón o la cabrona que pone su jeta en tus orejas y no hay poder humano que lo despegue de tu trasero. Es más, la fila no tiene que avanzar, basta con que te muevas 2 centímetros para que el güey de atrás se pegue cada vez más. Das un pasito, él da 2; tu: otro mini pasito (para tratar de guardar tu distancia), él: otro paso y medio. ¿Qué pedo? La fila no avanza más rápido, eh? ¡Qué desagradable! Sobre todo en un país donde lo más común es que la gente no huela bonito de ningún lado. Me dan ganas de decirles: "oye, hazte tantito para atrás porque ando mal del estómago y me voy a echar un pun" o de plano agarrarlos a putazos y después regalarles jabón y pasta de dientes.
2.- En el coche
Aquí sí hay 752,395.41 cosas que me pueden cagar la madre. El güey que se estaciona en tu entrada o en las rampas y lugares para discapacitados; el que acelera justo cuando pones tu direccional, nada más por su pinche actitud mediocre de "yo primero"; el que toca el claxon…¡al semáforo!; el que maneja sintiéndose don chinguetas, a 150km/h, aventándote las luces, rebasando por la derecha, zigzagueando…qué güeva me dan; los que se paran en donde se les hinchan los güevos y todavía dicen "pus, qué? Si puse las intermitentes"; los taxistas y microbuseros, éstos son una raza aparte y aquí sí estoy a favor del genocidio a través de las torturas más ojetes contra estos animales; el que se mete en sentido contrario para ganarte el lugar de estacionamiento; el imbécil que se mete en las entradas o salidas de vías rápidas para no hacer fila y el idiota que lo deja; el que avienta basura por la ventana; bla, bla, bla.
¿A poco no dan ganas de ir por las calles como vengador anónimo? Tener un coche de esos viejísimos, grandotes y fuertotes para ir dando "llegues" a cuanto pendejo se cruce en el camino. Me cae que eso sí lo voy a hacer, así que …¡Aguas! Pórtense bien, eh?
3.- En el restaurante
¿Por qué se piensa que tooooooodos los demás nos tenemos que fletar el dulce berrido de un chamaco? Es comprensible hasta cierto punto, son niños. Pero, ¿qué pedo con esas viejas que utilizan la "psicología de la indiferencia" cuando el escuincle está dando alaridos y revolcándose en el suelo? Sí dan ganas de invocar al buen y gran amigo Herodes, pero más se antoja agarrar a madrazos a la mamá, que seguramente está en la chorcha, quemarle los ojos con el cigarrito y meterle el café por la nariz a la muy ojete. Y lo mismo para las que llevan a los niños a los restaurantes a que anden corriendo y molestando a los demás. ¿Para qué tienen hijos si no quieren cuidarlos?
4.- En el cine
4.1 Esto sí es como estar como en otra dimensión: haces fila para comprar tus boletos y justo la persona que está antes de ti, se pone a preguntarle al de la taquilla de qué se tratan las películas y …¡CUÁL LE RECOMIENDA!!! No mamen, ¿qué de verdad piensan que el chavito es un erudito cinéfilo o qué pedo? Lo peor es cuando el chavito todavía se pone a dar sus recomendaciones como todo un crítico: "Seee, ésta está buena, es de acción". ¡Que Dios nos agarre confesados! A ver, chavito, no la cagues. Tu trabajo es vender boletos y palomitas y darles el libro de las sinopsis a la gente impertinente y pendeja, mientras atiendes al que sigue. O ¿qué? ¿No les dirán eso en la capacitación? Chale! Lo menos que se merecen es un par de soplamocos y unas "ahogaditas" en las tazas de baño de la Central de Abastos.
4.2 El que contesta el puto celular. No importa cuantas advertencias existan al respecto, ese enfermo mental se las pasa por los güevos y contesta sin pedos.
4.3 El que habla y habla y habla y habla y… sólo dice pendejadas como: "Tsssss, ¿viste?" No mames.
4.4 Los que comen palomitas como niños de 2 años. ¿Por qué tenemos que ser testigos de las asquerosidades de la gente? ¡Cierren el hocico, pinches cerdos del mal!
4.5 El que patea el asiento de enfrente; el obeso que ocupa parte de tu asiento; el que deja los lugares como porqueriza; el que lleva a los niños a ver películas para adolescentes y adultos; etc; etc.
Para todos esos mal nacidos, mi más sincero desprecio y vayan derechito y sin escalas a chingar a su madre. Yo, lo prometo… me vengaré.
5 Los call centers
Primero te chutas 5 minutos de menú, después otros 25 de musiquita, comerciales e insoportables grabaciones de "Por el momento todos nuestros representantes se encuentran ocupados, gracias por esperar, lo seguimos atendiendo". ¿Cómo que me siguen atendiendo? No sean mamones, pues ¿a qué hora empezaron?
Si fuiste uno de los que no se desesperaron y colgaron, te atenderá un(a) monito(a) que tiene todas sus respuestas escritas en su monitor y se dedicará a leértelas. Si tu problema no está contemplado, NADIE, NA-DIE te podrá ayudar. No existe manera de que puedas comunicarte con alguien que gane más de 4,000 pesos mensuales y que SÍ pertenezca a la empresa que te está dando el servicio, pues el monito sólo es del call center y se limitará a tomar tu queja. Y por supuesto, tu queja quedará en un lugar en donde espacio y tiempo no existen.
Pero es eso o nada y todos nos conformamos con eso, así las empresas tienen la seguridad de que no hay pedos y todo está al tiro. Cagante, frustrante y mediocre tener servicios así pero si los aceptamos es porque no sabemos pedir más y nos lo merecemos. Así que los putazos y mentadas van para nosotros, ni modo.
Y mejor aquí le paro porque me cae que no acabo. Bueno sólo una cosa más: ¿NO LES CAGA LA GENTE INTOLERANTE Y QUE SE QUEJA DE TODO? A MÍ SÍ, QUE LOS CRUCIFIQUEN!! (JE!)
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