No vayan a creen que son experiencias personales, POR-FA-VOR. Todo esta bajo la premisa "Me han contado"… ¡Ay, sí! Bueno, está bien, sí son experiencias personales y chin chin el que se burle, ok?
1.- Huele a ardilla
Me encontraba descubriendo los placeres del sexo con mi ex, Miguel. Él fue el primer güey con el que me acosté (y la verdad no me hizo el descubrimiento muy agradable que digamos). Tenía todas las ganas de experimentar todo lo que me llamara la atención, pero Miguel no era ese tipo de novio. Él era mojigato y aburrido y yo bien pinche morbosa y caliente (ya me sonrojé). Le propuse utilizar un espermicida, pensando en que el juego podría ser excitante y divertido para los dos y él aceptó, así que compramos la chingadera esa y nos fuimos directo a su departamento. Empezamos con los besitos, los cariñitos, las manoseaditas y llegó el momento de usar a nuestro nuevo amigo, el espermicida. Miguel leyó rápidamente y me dijo "nada más dice que se aplique y ya". Bueno, pues lo aplicamos y ya. Acto seguido empecé a escuchar sus gemidos en mi oído: "Ah! Ah!" y dos "Ahs" después, Miguel empezó con "Ays". Yo pensaba: "no mames, estoy bien cañona, cómo lo hago gritar", pero de repente Miguel se levantó y dando brinquitos se fue directo al baño a lavarse el pene porque sentía como si le hubieran prendido fuego. Yo también sentí que me ardía un poco, pero él de plano estaba con lagrimita Remi en los 2 ojos y agarraba a su mejor amigo con las dos manos repitiendo: "es que sí me arde un chingo". ¡El ardor le duró como una semana!
Todavía me pregunto qué hicimos mal. Consejo nomber guan: consulten a su médico o por lo menos lean las instrucciones detenidamente. Si lo hacen a la mera hora, pueden terminar con el pajarito destrozado y una mujer frustrada.
2.- Mejor miéntamela
Sólo hay dos hombres en mi "árbol sexológico". El primero (Miguel) no servía para nada, el segundo (Jorge)… WOOOOOW!! Bueno, muuuy bueno; con él aprendí muchas cosas y desarrollé habilidades que tenía escondidas. Me encantaba tener sexo con él, pero su adicción a la pornografía y a su mano derecha, así como mi inseguridad hacían nuestros encuentros "esporádicos", más aún hacia el final de la relación. Tanto así, que cuando el doctor me preguntaba " ¿tiene vida sexual activa?" yo contestaba "mmmmm….pues a veces" (jaja!).
El chiste es que aún con mis pedos de autoestima e inseguridad, yo me derretía cada vez que a Jorge se le alborotaba la hormona y se dignaba a "jugar conmigo". Pues ahí estábamos, yo casi con los ojos en blanco debido a que Jorge estaba haciendo su mejor esfuerzo. Imagínense: suck-suck, gemidos, lenguas, pasión y de repente el güey me ve fijamente a los ojos y me dirige la frase más romántica y apasionada de todos los tiempos: "qué chistosa te ves"…………………………………………………………………
¡NO MAMES! ¡¿ESTÁS DROGADO O QUÉ PEDO, CABRÓN?! ¡MEJOR MIÉNTAME LA MADRE, NO CHINGUES! Por supuesto todo esto sólo explotó en mi cabeza pues no dije nada en ese momento, sólo dejé entrever una sonrisita que no podía más que significar: "ojalá se te caiga, puto". Pero nunca, nunca lo volvimos a hacer con las luces prendidas y yo siempre me sentí como si tuviera la nariz roja y globos en las nalgas.
Consejo nomber tu: en el sexo, una mujer, CUALQUIER mujer, quiere y desea verse sexy o bonita o encantadora o sensual o cachonda o tierna o hermosa o guapa o erótica o atractiva o sugestiva o seductora o fascinante o tentadora; TODO menos… ¡CHISTOSA! Borren esa palabra de su mente en el segundo en que empiecen con el calentamiento. Ya les di unas cuantas palabras que pueden utilizar. Señores, cuiden sus comentarios en la cama o serán utilizados en su contra. Neta.
3.- Al fin que ni quería
Tomando en cuenta que soy una mujer terriblemente insegura, cualquier tipo de atrevimiento que venga de mi persona es UN LOGRO. Pues bien, que se me ocurre lanzarme a la hora de la hora y empecé a hacer justicia por mi propia mano, cómo no!! Según esto, es súper excitante para los hombres y una fantasía sexual común. En mi caso, no ocurrió así (¡qué raro!). En esos momentos en que estaba -qué pena- tomando el asunto entre mis manos –je!-, empecé a escuchar "ji ji ji ji!!!!" seguido de "es que me acordé de lo que me contaste…" Ok, me rendí y sólo pude pensar en 7 palabras: "¡CHINGA A TU REPUTISIMA Y BARATA MADRE!"
Consejo nomber tri: cuando su vieja decida abrirse a intentar otras cosas o se atreva a hacer algo que le da mucha pena, valórenlo, no se rían, agradezcan y no salgan con pendejadas. No sean ojetes. Y, niñas: pregunten antes de hacer cualquier cosa, asegúrense de que va a valer la pena.
No crean que aquí terminaron mis consejos, ¿eh? Habrá una segunda y, quién sabe, con la suerte que he tenido igual y hasta 3, 4 o 5 más. Y no sean gachos, también compártanme los suyos…chance y aprendo.