viernes, julio 21, 2006

El Toca


Si tengo la seguridad de que nadie lee esto, ¿por qué sigo escribiendo? Quién sabe, tal vez porque me estoy picando los ojos en el trabajo, porque hace muchos días que no platico con nadie o porque Carlos y su amiga Liz dieron en el clavo al escribir algo tan sensible para cualquier persona como "el despertar": del amor, de la inseguridad, del desengaño, del SEXO, de los celos, del fracaso. Me di cuenta que nunca había escrito acerca de mis experiencias primeras en el campo del amor.
Christian Mauricio Candia Ponce: mi primer beso, mi primer todo. El Oso sigue sin entender porqué me atreví a andar con él. ¿Qué puedo decir? Yo tampoco sé, incluso ahora que lo recuerdo, él era bastante feito. ¡Ah, sí! Era sexy y me explico mejor:
Contexto: Secundaria
Él, de 3º.
Yo, de 1º.
Él, tocaba la guitarra, tenía banda de rock y toda la onda = súper popular = todas querían con él
Yo, de las niñas populares de la escuela= muchos querían conmigo = súper sangrona
Entonces ya queda más claro por qué anduvimos, no?
Para mí, casi todo fue como película de comedia romántica comercial: fácil, cursi y llena de clichés, pero taaan padre que lo recuerdo y me vuelvo a sentir inocente. Christian, o "El Toca", me dio mi primer beso afuera de la escuela y cerca de las 3:00pm. (mi papá siempre llegaba tarde por mí). Y fue increíble, súper tierno, romántico, CONSIDERADO (léase: no hubo litros de baba ni lengua en la garganta) y terminó con broche de oro. Aún no separábamos las bocas del todo cuando me dijo: "Preciosa, te quiero". Ay, no pueden decirme que no es lo más cursi y lindo del mundo. Christian tiene un 10 en la lista de mi vida.

Lamentablemente es el único que se lo ha ganado, quizá más adelante les cuente sobre Ricardo.

martes, marzo 14, 2006

Un poquito más

Ojalá me quisieras un poquito más. Tal vez entonces te importara la falta que haces aquí en mi mano.
Ese poquito extra nos daría una posibilidad, no sé, quizá.
Sólo un poquito, lo necesario para que pudieras compartirme el tesoro que guardas de la cabeza a la garganta.
Tantito más y querrías hacerme feliz. Entenderías por qué no te deseo tranquilidad y te conmoverías con la tristeza de mis ojos.
Sólo un poquito más y no me dejarías ir nunca.
Esperaría que esto no fuera demasiado para ti... déjame soñar...si tan sólo me quisieras un poquito más.